La primera que salta a mi mente es Cercei Lanister. No en vano el emblema de su casa es un felino. Cercei es, en mi opinión, una “madre tigre”. Aquella que busca, a toda cosa, el triunfo de sus hijos. La que pelea cada batalla con ellos, siempre proyectando, siempre empujando, siempre exigiendo. La que pone metas, tranza planes y crea las estrictas reglas para alcanzarlas. La que se asegurará de que sus hijos tengan todo y nada menos que el trono. Cueste lo que cueste, y ya sabemos lo que le costó a familia.
Habían tantas golosinas que perdí la cuenta de las veces que estuve atrás de mi peque para intentar que no se comiera todo a su paso. Adicional a eso, su inocencia y ganas de explorar lo llevaban a meterse a la boca cuanto dulce encontraba en el piso, desde un chupete picado, hasta un pedazo de pan chocolate.
Queremos mujeres fuertes, valientes, capaces, autosuficientes… pero criamos niñas sumisas y obedientes. Una niña “linda y buena” es aquella que va caminando silenciosa, con trenzas y pulcro vestido, de la mano de su madre. Para mí es una incongruencia. ¿Lo es para ti?
¿Te pasa que sientes que las mascotas son mejor bienvenidas que tus hijos? Yo, personalmente, estoy aburrida de disculparme por ser una familia con niñas pequeñas.
¿Recuerdan las clases de álgebra? Esas en donde si multiplicas un negativo por otro negativo, el resultado es positivo (-*-=+). ¡Pues así es formar una familia por adopción!
Sí, te lo han dicho cientos de veces: “Disfrútalos mientras son pequeños, los platos se lavarán después”. Y tal vez, en muchas ocasiones, tienen razón. Pero hoy vengo a contarte porque yo soy una mejor mamá cuando tengo los platos lavados.
Compartir tiempo libre con los hijos no es algo que sea tan sencillo ya sea por cuestiones de tiempo, diversas ocupaciones y horarios. Sin embargo, a los pequeños de la casa hay que dedicarles tiempo de calidad para fomentar lazos afectivos y de pertenencia que perduren a lo largo del tiempo.
Los probióticos son organismos vivos que ayudan a nuestra flora bacteriana a mantenerse equilibrada, lo que nos hará tener una buena salud intestinal. Aunque sus beneficios son excelentes a cualquier edad, cuando nuestros hijos están pequeños están expuestos a muchas bacterias, por lo que necesitamos que los probióticos sean parte fundamental de su dieta diaria.
Si a veces darle la comida a nuestros hijos se convierte en un camino difícil, imagínense lo que es darle medicinas. Por eso conseguir opciones que sean sencillas y prácticas para mejorar malestares de diarrea o simplemente para que mantengan una excelente salud intestinal. En este artículo te daremos 3 ideas para administrarle probióticos a tus hijos, e inclusive para todos los miembros de la casa.
Llega el regreso a clases, y con él, un sin fin de preocupaciones para nosotros como papás. ¿Les gustará su aula de clases? ¿Y si no tiene amigos? ¿Qué voy a hacer si llora y no quiere quedarse?, nadie nos prepara para ser mamás ni papás, no hay cursos prácticos, porque vas directo al campo de batalla donde tu vida se convierte en una montaña de rusa de emociones junto a nuestros peques.